viernes, 7 de marzo de 2014

CHISTES DE TRABAJOS XVIII





Va un señor a un sastre y le dice :
    - ¡ Quería un traje a medida ! ¿ Cuanto me costaría?
    - ¡ Pues dependiendo de la tela , sobre unos 800 mil pesos !
    - ¡ Eso es muy caro ! ¿ No tendrían algo más barato?
    - ¡ Pues sí , puede hacerse una americana a medida por 200 pesos !
    - ¡ Es muy caro también ! ¿Y algo más barato? 
    - ¡ Pues puede hacerse un chaleco !
    - ¿Y cuanto me costaría?  
    - ¡ Pues 30 pesos !
    - ¡ Ese me va bien , así que hágamelo con mangas y bien largo ! 




Un subalterno decía :
    - ¡ Los jefes son como las nubes ... cuando desaparecen ... queda un día lindo !




- ¡ Perdone ! ¿ Es usted el jardinero ?
    - ¡ Sí !
    - ¿ Cuándo piensan arreglar los árboles del jardín ?
    - ¡ Cuando ... podamos !




Uno  entra en una tienda de pinturas y pregunta :
    - ¡ Oiga , perdone ! ¿ Tiene pintura color azul oscuro?
    - ¡ Claro !
    - ¡ Claro no ... he dicho azul oscuro... !




El empleado al Jefe : 
    - ¡ Me da la impresión de que vamos a entendernos muy bien ! 
    - ¿ Qué ?




Seis razones válidas por las cuales beber en el trabajo , debería estar permitido  :
    1. Es un incentivo para aparecer. 
    2. Reduce el estrés. 
    3. Facilita una comunicación más honesta entre los empleados. 
    4. Reduce los costos de calefacción durante el invierno. 
    5. Elimina vacaciones porque la gente prefiere ir a trabajar. 
    6. Si alguien hace algo estúpido en el trabajo, se olvidan rápidamente.




Una mujer le pregunta al marido : 
    - ¡ Pepe , qué haces tan pronto en casa ? 
    - ¡ Que se ha caído mi compañero del andamio y se ha matado . Pobre familia .
          Menos mal ... que por lo menos el seguro de la empresa les va a pagar diez
          millones de pesos ! 
    Y la suegra se mete y dice : 
     - ¿Y tú donde andabas... que no estabas trabajando con tu compañero ? 




- ¡ Yo trabajé en un circo ! - Dice un hombre .
    - ¿Y en qué consistía su número ?
    - ¡ Montar a caballo a toda velocidad , coger un pañuelo con los dientes y... !
    - ¡ Cómo le aplaudirían !
    - ¡ Sí , sobre todo cuando me agachaba a recoger ... los dientes !




                  « El regalo de la felicidad  , pertenece a quienes lo sacan de su envoltorio »
                                                               Anónimo 


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